martes, 19 de abril de 2011

head up date

Si esta locura nos hizo comprender
Que la alegría no supo consolar
Deja que lloren tus ojos, corazón
Que tu tristeza es el sol de mi ciudad
Y esta violencia, regalo de mi papá
Me está doliendo mucho
Cada día más.

Tomando como presupuesto, que mi aparente estrés es provocado en un 85% por el solo echo de estar en mi hogar, me largo a redactar. ¿Por qué hablo de aparente? Por que no está comprobado por un médico, pero aseguro que además del agobiamento mental, refiriéndome a lo psíquico, sufro de ansiedad, nerviosismo, falta de concentración y olvidos. Por otra parte, tomando en cuenta lo físico, siento fuertes punzadas en la zona del pecho, acompañadas de dificultad y dolor al inhalar y exhalar.
Como primera instancia hay que llenar ese 15%, suponiendo un 100% imaginario de las situaciones que pueden llegar a ser estresantes a nivel de mi meaningless vida. Ahí es donde se encuentran los echos aislados que me revolucionan la sangre cada tanto, y ultimamente me vi invadida por malas energías.
Lo que me lleva a un resumen de los echos:
Lo primero que pasó, es lo que intuyo desencadenó esta serie de eventos desafortunados. Un Jueves X 'se me retobó' una compañera/amiga de curso, poniendo en duda mis capacidades tanto académicas como emocionales, siempre en relación a como funciona un ser humano promedio, a su manera de ver las cosas. Luego de esas duras críticas, llegó el Martes, donde pierdo una prenda que adoraba en una de las aulas de la subsede Puán. Seguido llega el Miércoles, no suena el despertador y termino amaneciendo cuando debería estar saliendo para la facultad. Por último, el Jueves siguiente, me caigo, desmayo y esguinzó mi pie, haciéndome perder la clase de ese día. Totalmente 'en contacto con mis emociones' seguí el curso de la semana con mas bajos que altos, pero siempre manteniendo la cordura. El Martes rozé mis límites debido a una ardua pelea hogareña, cerrando el ciclo de mierda que caracterizó estos últimos días.
De más está decir que la madrugada del Miércoles se vio perjudicada por el efecto dominó de toda esa semana, y tampoco hace falta aclarar cuales fueron las consecuencias directas de ese lapsus de inestabilidad emocional.
Dentro de las pocas cosas que me contienen y mantienen viva se encuentra el estudio. El tener que dedicar todo mi poder de concentración a algo tan puntual, que al mismo tiempo, no deja posibilidad de abstracción, sigue siendo tan terapéutico como siempre. Por esta razón me es posible argumentar empíricamente, lo beneficioso que me es estudiar en dos universidades simultáneamente, al contrario de lo que pueda llegar a pensar el común de la gente.
Por último, benditas leyes de Murphy que nunca fallan, bastó con que le comente a mi terapeuta lo estable emocionalmente que me encontraba, y la 'buena racha' que estaba pasando.. para entrar de cabeza en este tsunami académico-emocional, del que no estoy segura cuando voy a poder salir.

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